Es ideal para producir vinos de calidad superior como Cabernet Sauvignon, Syrah y Carmenère.
El suelo favorece la penetración profunda de las raíces y el clima cálido, seco y con poca influencia de viento frío, mejoran la concentración de la fruta.
El Cabernet Sauvignon posee gran cuerpo y aromas a frutas rojas y negras maduras, cassis, menta, moras y guindas. El Syrah tiene caracteres especiados y florales, con notas a berries y una elegante acidez natural.
El Carmenère es de taninos suaves y baja acidez, con sabores a frutas rojas y notas ahumadas y especiadas.