El evento contó con la presencia de Jean-Michel Boursiquot, el ampelógrafo francés que encontró esta variedad de uva en suelo chileno, así como con la participación de destacados personajes de la industria vitivinícola. Además, se brindó con un vino edición especial y se presentó el tráiler de un documental hecho exclusivamente por el aniversario.
Más de 135 años tuvieron que pasar para que el Carménère fuera redescubierto en el Valle del Maipo. Durante mucho tiempo, se creyó que esta cepa, originaria de Francia, había desaparecido tras la devastadora plaga de filoxera que arrasó con sus viñedos en el siglo XIX. Sin embargo, inmigrantes franceses la habían traído a Chile, donde fue cultivada y, durante años, confundida con Merlot.
La historia dio un giro rotundo en 1994, cuando Boursiquot, caminando por los viñedos de Viña Carmen, observó un estambre retorcido en algunas vides de esta variedad y, luego de una serie de pruebas de ADN, se reveló su verdadera identidad: la auténtica Carménère. Más adelante, la bodega chilena se convirtió en la primera en comercializar vinos etiquetados como “Grand Vidure”, término que se utilizaba en la ciudad de Burdeos como sinónimo del Carménère. Actualmente, Chile se posiciona como el mayor productor de la variedad a nivel global.
Para conmemorar este hito, Viña Carmen realizó un evento especial que reunió a clientes, medios de comunicación, autoridades y otros importantes personajes del rubro, como Jean-Michel Boursiquot, quienes disfrutaron de una velada que rindió homenaje al hallazgo que marcó la historia vitivinícola nacional e internacional.
Los asistentes disfrutaron del tráiler del documental “The Lost Grape”, producido por la plataforma Sunn Stream, el cual relata la fascinante historia del Carménère contada por sus protagonistas y que estará disponible en mayo de 2025.
Para cerrar con broche de oro, la enóloga jefe de Carmen, Ana María Cumsille, presentó un exclusivo Carménère creado especialmente para celebrar los 30 años del redescubrimiento. Esta edición limitada, con solo 360 botellas producidas, destaca su carácter único y calidad excepcional, convirtiéndose en un vino irrepetible que simboliza la identidad e innovación que distinguen a la bodega chilena.